jueves, 20 de diciembre de 2012

El Insomnio


El insomnio es una patología muy frecuente en la población general. Se estima que de un 10 a un 15 % de la población adulta padece insomnio crónico y que un 25 a 35 % ha sufrido un insomnio ocasional o transitorio en situaciones estresantes.


Son muchas las personas que tienen dificultad para dormir. El insomnio es un trastorno del sueño consistente en la imposibilidad para iniciar o mantener el sueño, o de conseguir una duración y calidad de sueño adecuada para restaurar la energía y el estado de vigilia normal. El problema del insomnio se ha asociado a una disminución del rendimiento laboral y un incremento de la tasa de accidentes de automóvil, y una mayor propensión a padecer enfermedades médicas o/y psiquiátricas.

El resultado de numerosos estudios de pacientes con insomnio permite concluir que en la mayoría de los casos el insomnio es un síntoma de un trastorno subyacente más que una enfermedad en sí misma. Es importante tener esto en cuenta, ya que a la hora de tratarlo se debe actuar, siempre que sea posible, sobre la causa y no sólo sintomáticamente. Los médicos no suelen prestar mucha atención a esta sintomatología. Por ello se debe acudir a un psiquiatra y  especialmente a un neurólogo para un diagnostico certero, e ir a ayuda psicológica cuando los facultativos antes  mencionados te lo indique, no siempre.

CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE SUEÑOS

Trastornos primarios:

Disomnias :

1. Insomnio primario.

2. Hipersomnia primaria.

3. Narcolepsia.

4. Trastorno del sueño relacionado con la respiración.

5. Trastorno del ritmo circadiano (antes trastorno
del ritmo sueño-vigilia):
-           Tipo sueño retrasado.
-           Tipo “jet lag”.
-           Tipo de sueño avanzado.
-           Tipo cambios de turno de trabajo.
-           Tipo no especificado.

6. Mioclonía nocturna o movimiento periódico de los miembros.

7. Síndrome de piernas inquietas.


Parasomnias :

1. Sonambulismo.

2. Terrores nocturnos.

3. Pesadillas (antes trastorno por sueños angustiosos).

4. Bruxismo.

5. Enuresis nocturna.


Trastornos secundarios del sueño:

a) Asociado a trastorno neurológico.
b) Asociado a trastorno psiquiátrico.
c) Asociado a otras enfermedades médicas.


Trastornos no orgánicos

Disomnias :

1.  Insomnio no orgánico.

2. Hipersomnia no orgánico.

3. Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia.


Parasomnias:

1. Sonambulismo.

2. Terrores nocturnos.

3. Pesadillas.

Otros trastornos no orgánicos del sueño
Trastorno no orgánico del sueño de origen sin especificación
Trastornos orgánicos del sueño

TIPOS DE INSOMNIO

Trastornos primarios del sueño

La clasificación internacional de los trastornos del sueño considera el insomnio como una disomnia. Las disomnias son aquellos trastornos del sueño en los que está alterada la cantidad y la calidad del sueño. Incluye el insomnio, la hipersomnia y los trastornos del ritmo de sueño-vigilia. Las parasomnias son trastornos que se dan durante el sueño sin una significación patológica relevante y que son más frecuentes durante la infancia, desapareciendo con la edad. Cuando persisten en la vida adulta implican alguna patología psiquiátrica (generalmente trastornos de ansiedad y de personalidad). Algunos de ellos son el sonambulismo, los terrores nocturnos y las pesadillas.Con frecuencia las alteraciones del sueño son un síntoma de otro trastorno mental o somático. Incluso cuando un trastorno específico del sueño aparece aislado puede ser una secuela de un trastorno psíquico o somático anterior.

De las disomnias vamos a exponer con detalle aquellos trastornos que cursan propiamente con insomnio:

1. El insomnio primario consiste en la dificultad para iniciar y mantener el sueño, o la sensación de no haber dormido un sueño reparador. El insomnio produce durante la vigilia una disminución de la concentración, falta de energía física, alteraciones del comportamiento y de las emociones, con afectación importante de la calidad de vida. Se da en una tercera parte de la población, siendo más frecuente en los ancianos, las mujeres y los pacientes psiquiátricos.

La cantidad de horas de sueño no es el criterio principal para diagnosticar el insomnio, dado que algunos individuos, por diversas razones, duermen pocas horas y no se consideran a sí mismos como insomnes. Hay personas que con una cantidad de horas de sueño normal, o por encima de la media, tienen la sensación de no dormir.
El tipo de insomnio más frecuente es el de conciliación, seguido del insomnio de mantenimiento y del insomnio por despertar precoz.

2. Trastorno del ritmo circadiano. El núcleo supraquiasmático, situado en el hipotálamo, es el encargado de adaptar el ritmo circadiano del individuo a las 24 horas del día, a modo de reloj biológico endógeno. Esta adaptación se realiza a través de la retina que tiene conexiones neuronales directas con el núcleo supraquiasmático. Por esta vía retino-hipotalámica es por donde se transmiten los cambios en la estimulación lumínica hacia el reloj hipotalámico.
Este ritmo circadiano se puede alterar debido a factores externos o internos, dando lugar a cuatro tipos de trastornos del ritmo circadiano:

-       Tipo sueño avanzado. El sujeto presenta incapacidad para estar despierto a últimas horas de la tarde y se despierta espontáneamente a primeras horas de la madrugada.

-       Tipo Jet-Lag. El sueño es normal pero el sujeto presenta dificultad para ajustar el ritmo de sueño a la nueva franja horaria a la que se ha desplazado. Se acompaña de dificultad de concentración, de memoria y molestias físicas (astenia y anergia). Los viajes de Oeste a Este, que van en contra de los biorritmos endógenos, son más problemáticos que los de la dirección opuesta.

-       Tipo sueño retrasado en estos sujetos el sueño es normal pero presenta un comienzo y final posteriores a las convenciones y demandas sociolaborales. Es frecuente en personas jóvenes y es típico en ellos que presenten un máximo rendimiento intelectual en horas vespertinas.

-       Tipo cambios de turnos de trabajo se da en trabajadores con turnos de noche o con frecuentes cambios de turno. En estas personas el sueño pasa a ser de menor duración y presentan numerosos despertares


3. La mioclonía nocturna, asociada o no al síndrome de piernas inquietas, es una entidad poco conocida aunque frecuente. Consiste en sacudidas de los miembros, sobre todo de las piernas, generalmente bilaterales y repetidas, rítmicas, breves y de baja amplitud, que aparecen al inicio del sueño. Estas contracciones mioclónicas tienen una duración de 1 a 5 segundos con un intervalo entre espasmos de 20 a 40 segundos, y consisten en la extensión del dedo gordo del pie y la flexión del tobillo, rodilla y cadera. Pueden en ocasiones llegar a durar hasta 2 horas y provocan sueño fragmentado, despertares frecuentes, sensación de malestar y somnolencia diurna. Se da con más frecuencia en varones mayores de 65 años. La etiología es desconocida aunque se han implicado en ella alteraciones del metabolismo del hierro a nivel del SNC y del sistema dopaminérgico, por la respuesta favorable a fármacos dopaminérgicos y aparecen con más frecuencia en la enfermedad de Parkinson.

4. El síndrome de piernas inquietas consiste en una necesidad imperiosa de mover las piernas debido a disestesias o molestias de las mismas. Aumentan durante el reposo, mejoran con el movimiento, no guardan relación con la posición corporal y empeoran por la tarde o noche. Estos movimientos dificultan iniciar el sueño y producen microdespertares que impiden el mantenimiento del sueño y causan somnolencia diurna. Su prevalencia en adultos es de un 4 a 11% y se asocia con frecuencia a la narcolepsia, al síndrome de apneas del sueño y a algunas parasomnias. Desde el punto de vista electroencefalográfico en el sueño de estos pacientes aumenta la latencia del sueño, se produce una fragmentación del sueño y una disminución de las fases 3 y 4 del sueño.

Trastornos secundarios del sueño

Insomnio asociado a enfermedades neurológicas.

 La epilepsia se acompaña de un aumento de la latencia del sueño, del número y la duración de los despertares, de la duración de las fases 1 y 2 del sueño, y de una disminución o fragmentación del sueño REM. En la enfermedad de Parkinson las alteraciones más frecuentes son un aumento de la latencia del sueño, fragmentación del sueño, despertares frecuentes y un periodo de vigilia nocturna de un 40% de la noche. Estos trastornos del sueño aparecen en un 75% de los pacientes de estos pacientes.

En las demencias se produce también un incremento de la latencia del sueño y del número de despertares. En la enfermedad de Alzheimer, a medida que se agrava, el ritmo circadiano pierde su ritmicidad y se hace polifásico dando lugar al llamado síndrome del anochecer o fenómenos de la puesta de sol (episodios de confusión vespertinos) acompañados de un incremento de la vigilia durante la noche e hipersomnia diurna.

Insomnio asociado a enfermedades psiquiátricas.

El insomnio acompaña a la casi totalidad de las enfermedades psiquiátricas. Aproximadamente alrededor de un 40% de los pacientes con insomnio presentan un trastorno psiquiátrico10. Teniendo el 30% de los casos una depresión y entre el 10 al 15% de los casos abuso de sustancias.

En la esquizofrenia la cantidad de sueño REM y el sueño de ondas lentas disminuye, y con el progreso de la enfermedad se produce una inversión del ritmo sueño-vigilia. No se conoce la causa de estas alteraciones del sueño. 

En los trastornos de ansiedad la activación vegetativa que presentan da lugar a una marcada disminución de la calidad del sueño. 

En el trastorno de pánico cuando las crisis de angustia paroxística aparecen durante la noche (en la transición de la fase 2 a las fases 3-4 del sueño) el sujeto se despierta angustiado y tarda mucho tiempo hasta volver a dormirse si es que lo logra.

 En el trastorno de estrés postraumático son las pesadillas con reviviscencias o “flash-backs” recurrentes, que se dan en el 70% de los pacientes, las que impiden el sueño reparador. 

En el trastorno obsesivo-compulsivo además del insomnio de conciliación que padecen por la ansiedad que les producen sus obsesiones también presentan disminución de la latencia del sueño REM.

En los trastornos del estado de ánimo la depleción de serotonina y catecolaminas a nivel del sistema nervioso central da lugar a la disminución de la latencia de sueño REM y al incremento de la cantidad del sueño REM. 

Estas alteraciones se observan tanto en la depresión endógena como en la depresión reactiva. 

Cada trastorno del estado de ánimo presenta alguna peculiaridad en cuanto a la alteración del sueño. 

En la depresión mayor bipolar algunos pacientes presentan hipersomnia mientras que en la depresión unipolar es habitual el insomnio. La depresión mayor unipolar en adultos suele iniciarse con insomnio mientras que en adolescentes es más común la hipersomnia. 

En la depresión atípica la hipersomnia es lo más frecuente. La depresión mayor delirante se asocia a una mayor frecuencia de periodos REM al inicio del sueño y una disminución del tiempo total en fase REM.


Insomnio asociado a otras enfermedades médicas

Suelen producir algún tipo de insomnio aquellas enfermedades que se acompañan de dolor y malestar físico intenso, como trastornos cardiovasculares (insuficiencia cardiaca), digestivos (úlceras, hernia de hiato, etc.), respiratorios (asma, EPOC, síndrome de apneas del sueño), renales (insuficienciarenal crónica, cólicos nefríticos), enfermedades osteoarticulares, alérgicas, infecciosas, oncológicas, urológicas (hipertrofia benigna de próstata), etc. 

También se acompañan de alteraciones del sueño algunas situaciones fisiológicas y cambios hormonales que afectan a lamujer en el postparto o perimenopausia, y la toma de algunas medicaciones como los beta-agonistas, corticosteroides, diuréticos, antidepresivos, descongestionantes, antihistamínicos, betabloqueantes, etc.13


Medidas de higiene del sueño.

1. Despertarse y acostarse todos los días a la misma hora.

2. Limitar el tiempo diario en cama al tiempo necesario de sueño (7,5-8 horas).

3. Suprimir la ingesta de sustancias con efecto activador o estimulador del SNC.

4. Evitar largas siestas durante el día. Máximo 20 minutos.

5. Realizar ejercicio físico, evitando las últimas horas del día por su efecto excitante.

6. Evitar actividades excitantes en las horas previas al acostarse.

7. Tomar baños de agua a temperatura corporal por su efecto relajante.

8. Comer a horas regulares y evitar comidas copiosas cerca de la hora de acostarse.

9. Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse.

10. Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ruidos, luz, dureza de la cama, etc.).

11. Desconectar los móviles, ordenadores, etc. relacionados con el trabajo, dos horas antes de irnos a la cama.

Tratamiento farmacológico:

1ª línea. Sustancias naturales.

2ª línea. Hipnóticos no benzodiacepínicos.

3ª línea. Benzodiacepinas.

4ª línea. Antidepresivos de efecto sedante.

5ª línea. Neurolépicos sedantes.

6ª línea. Otros: antihistamínicos, melatonina, clormetiazol, gabapentina.



Nos gustaría que desde Asemfa, el uso de Fármacos, fuese el justo y necesario. Existen métodos alternativos:

 La medicina natural, basada en plantas medicinales (valeriana, etc).

 La medicina oriental, orientada al ejercicio de relajación cuerpo-mente (taichi, respiración abdominal o bebe, etc).

Todos Los Lunes de cada semana haremos Ejercicios de Relajación Gratuitos a todas las personas interesadas, sean o no, socios y socias de Asemfa. En el Centro Cívico Las Sirenas, en el Aula 4, en la Planta Segunda, en horario de 20:30 a 21:30 horas. 

Más información en www.asemfa.es y http://asemfa.blogspot.com.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tus opiniones para mejorar cada día. Si quieres que sean publicados, asi se hará.