miércoles, 25 de noviembre de 2015

TOC en la infancia





La característica esencial del trastorno obsesivo compulsivo es la presencia de obsesiones y compulsiones lo suficientemente frecuentes como para que supongan un deterioro de las actividades diarias o un malestar clínico significativo, afectando al rendimiento laboral /académico, a actividades o relaciones sociales.

Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes que la persona percibe como intrusivas e inapropiadas y provocan ansiedad o malestar. El contenido de la obsesión suele considerarse ajeno y fuera de control y, durante el transcurso del trastorno suelen  reconocen como excesivas o irracionales.

Las obsesiones y compulsiones pueden aparecen en la infancia (hasta los 12 años), en la adolescencia (desde los 13 años hasta los 18) y en la vida adulta-joven (más de 18 años). La edad de inicio en varones suele estar entre los 6 y 15 años y entre los 20 y 29 años para las mujeres.

En el caso de los niños, los trastornos obsesivo-compulsivos suelen presentarse de forma similar a los de los adultos, aunque, debido a su edad, les cuesta interpretar lo que les pasa, no suelen reconocer qué es lo que les genera ansiedad y malestar ni las consecuencias que temen.

Los síntomas más comunes que aparecen en la infancia son:

Obsesiones de contaminación y evitación de objetos “contaminados”
Conductas de comprobación repetitivas
Dudas obsesivas, demandando continuas explicaciones
Normalmente cuando aparecen estas obsesiones las enfrentan ignorándolas,  intentando eliminarlas o neutralizarlas mediante otras ideas o actividades (compulsiones).

Las compulsiones son comportamientos (p. ej., lavado de manos, comprobaciones) o actos mentales cuyo propósito es prevenir o aliviar el malestar. En la mayoría de los casos la persona se siente impulsada a realizar la compulsión para reducir el malestar que genera una obsesión determinada o bien para prevenir alguna consecuencia temida.

En los niños, las compulsiones suelen aparecer antes que las obsesiones, o al menos son más fácilmente detectables, ya que a edades muy tempranas las obsesiones son todavía muy difusas y es difícil evaluarlas y detectarlas. En cualquier caso, aparecen en forma de imágenes, dudas o sensaciones.

A pesar de que suelen ser los padres los que detectan el problema, (ya que los niños son más propensos a realizar los actos rituales en su casa), en muchas ocasiones pasa desapercibido para ellos, percibiendo las consecuencias cuando estas afectan a su vida diaria (p.e. un empobrecimiento gradual del rendimiento escolar) y el nivel de ansiedad es muy elevado.

Un entorno caracterizado por manifestaciones de calma y apoyo ayudarán a que el niño se tranquilice y se sienta comprendido, permitiendo que el tratamiento consiga buenos resultados. Un estado de ansiedad alto aumentará  la aparición de los síntomas.

Una vez diagnosticado, uno de los objetivos del tratamiento será conseguir que el niño se sienta bien sin necesidad de realizar conductas de comprobación, evitación o escape, eliminando su malestar. Para ello, se intervendrá con la técnica que ha resultado ser la más apropiada para tratar esta sintomatología obsesiva, la exposición gradual al estimulo temido



 Jana Beteré Marcos. Psicóloga

Publicado . Asemfa Sevilla. María Arráez

martes, 24 de noviembre de 2015

Programa puente de mediación social



En el tratamiento de la enfermedad mental una parte fundamental es el adecuado seguimiento de su evolución. En el caso de personas con trastorno mental grave sometidas a un proceso judicial que terminan su periodo de privación de libertad, asegurar una adecuada derivación a un recurso asistencial de la comunidad se convierte en una obligación ineludible. Esta obligación afecta a todas las administraciones concernidas entre las que se encuentra la Institución Penitenciaria, principalmente por las siguientes razones:

 1. Permite el cumplimiento del mandato legal de equidad que obliga a la administración a prestar la misma atención a todos los ciudadanos sin discriminarlos por estar sujetos a procesos judiciales.

2. Asegura la minimización del riesgo de reincidencia, al evitar que se reproduzcan las circunstancias clínicas que facilitaron la conducta delictiva del enfermo.

3. Es una mejora en Salud Publica para la comunidad, al aportar mayor salud a colectivos sociales tradicionalmente marginales, con peor acceso a los recursos asistenciales y por tanto con mayor riesgo de enfermedad.


En la mayor parte de los países de la Unión Europea no existe un protocolo de seguimiento obligatorio en la derivación de este tipo de enfermos. Solamente siete de los veintiocho estados miembros de la Unión Europea tienen programas específicos de preparación para la salida de prisión y seguimiento de los enfermos en los recursos comunitarios

lunes, 23 de noviembre de 2015

Programa puente de mediación social



La integración en la comunidad de una persona con una enfermedad mental supone uno de los mejores respaldos para su buena evolución clínica. Este hecho objetivado por numerosos estudios debiera orientar las estrategias asistenciales de los servicios de salud mental. No siempre es así.

La atención a los enfermos mentales más graves atraviesa por un cierto estancamiento. Las políticas sanitarias tienden a primar la atención a los trastornos neuróticos, más numerosos y con mayor capacidad de reivindicación social. La atención comunitaria del enfermo mental grave en nuestro país precisa de nuevas herramientas, nuevos enfoques que dinamicen los procesos asistenciales.

El Tratamiento Asertivo Comunitario (TAC), desarrollado por Leonard Stein y Mary Ann Test en Wisconsin (USA) es una forma de estructurar la asistencia a las personas con enfermedades mentales graves que focaliza su campo de actuación en el entorno social mas próximo al paciente. Las intervenciones domiciliarias constituyen la piedra angular del TAC, tratando de integrar actuaciones diversas (farmacológicas, psicoterapéuticas, sociales, familiares, laborales).

El TAC es la modalidad de intervención comunitaria que ha sido más evaluada y que mejores resultados ha logrado. La Psiquiatría Basada en Pruebas avala su incorporación a las carteras de servicios de la sanidad; pensamos que ello redundará en un notable beneficio para los pacientes y sus familiares.